Ultimamente parece que está de moda la Inteligencia emocional, muchos hablan de ella sin saber muy bien que es eso. Y es que esa tendencia a hablar sobre lo que no se sabe, sigue siendo muy nuestra…
Y está bien porque al menos muestra que hay interés más allá del conocimiento ¿o será inteligencia emocional?
Una clara definición de lo que se denomina La inteligencia emocional sería, el conjunto de habilidades psicológicas que permiten apreciar y expresar de manera equilibrada nuestras propias emociones, entender las de los demás, y utilizar esta información para gestionar adecuadamente nuestra forma de pensar y nuestro comportamiento.
Para saber cómo funciona en nuestro cuerpo, nos vendrá bien una breve lección de anatomía:
La región más primitiva del cerebro es el tronco encefálico, que regula las funciones vitales básicas, como la respiración o el metabolismo. De este cerebro primitivo, millones de años más tarde, emergieron los centros emocionales, dando lugar al cerebro pensante o neocórtex. El hecho de que el cerebro emocional o primitivo, sea anterior al racional o pensante, nos revela la directa relación, entre la emoción y el pensamiento.
Focalizándonos en el neocórtex, vemos que delega su cometido en el sistema límbico del cual son actores principales: La amígdala cerebral y el hipocampo ( piezas clave del primitivo «cerebro olfativo» que evolucionó al córtex y posteriormente al neocórtex)
La amígdala tiene forma de almendra y hay dos, una a cada lado del cerebro. Está especializada en los procesos del aprendizaje y funciona como un almacén de la memoria, ya que guarda los recuerdos que más impacto emocional tuvieron en nuestra vida, como los traumas. Si la amígdala fuera separada del cerebro no sería posible apreciar el significado emocional de las experiencias vitales, lo cual se le conoce como ceguera afectiva.
Junto con la circunvolución cingulada, permite la secreción de las lágrimas. Además de activar la secreción de noradrenalina, que estimula los sentidos poniendo al cerebro en estado de alerta.
La Inteligencia emocional se basa principalmente en cómo cada ser humano vive sus emociones: Hay cinco emociones básicas que son las reacciones primitivas que el ser humano comparte con los mamíferos. Con la diferencia de que nosotros somos conscientes de ellas, es decir, sabemos que sentimos. Estas emociones tienen como finalidad nuestra supervivencia (MATEA):
- Miedo: cuyo objetivo es la protección y el cuidado.
- Afecto: el objetivo es la vinculación afectiva.
- Tristeza: el objetivo es la introspección.
- Enojo: el objetivo es la defensa.
- Alegría: su objetivo es la energetización. Sería como recargar la batería vital.
En gran parte, hemos creado una sociedad de gran insensibilidad ante nuestro entorno y las personas que nos rodean, muchas veces debido a que nos es difícil tomar contacto con nuestros sentimientos. De ahí la importancia de tener una educación emocional que nos permita hacernos conscientes de aquello que sentimos, es decir poder convertirnos en nuestros propios observadores para ir analizando y por lo tanto descubriendo aquello que nos mueve a actuar en la vida. Para así tener cada vez mayor autoconocimiento sobre nuestras respuestas en las interactuaciones sociales.
Gestionar adecuadamente las respuestas emocionales se puede aprender, a través del entrenamiento de la Inteligencia Emocional. Al mismo tiempo es un signo de maduración y de sabiduría. En la primera infancia, habitualmente no regulamos nuestra respuesta emocional de forma reflexiva, simplemente la expresamos o explota, acción -reacción. Socialmente se acepta este tipo de "inmediatez" en las respuestas emocionales de los niños y las niñas pequeñas. Y a medida que nos hacemos mayores, el índice de tolerancia ante esta “sinceridad” en las respuestas va disminuyendo hasta llegar a exigirnos una ética social de regulación emocional.
Con el desarrollo de la Inteligencia emocional, conseguimos que se complementen dos fuerzas opuestas. Por un lado, la necesidad biológica de la respuesta emocional, y por el otro la de respetar las normas de convivencia.
No existen emociones positivas ni negativas. El cuerpo físico vive todas las emociones como una única energía en la que solo varía su intensidad y el si es expresada o contenida. Las emociones son a la vez, causa y consecuencia de la vivencia de la persona ante una situación.
Podemos diferenciarlas en emociones útiles cuando traen un beneficio al individuo por que le ayuda a adaptarse al medio preservando su bienestar o inútiles o desadaptativas, cuando van en detrimento de su evolución consciencial. Así vemos que cualquier emoción (alegría, ira, vergüenza) será útil en función de la interactuación que se cree entre el individuo y el entorno que lo contiene. Si la respuesta es adaptativa, nos ayuda a relacionarnos con el mundo que nos rodea, con los demás y con nosotros mismos, por lo que será una emoción nutritiva.Así todas las respuestas emocionales son positivas, siempre que se utilice adecuadamente la Inteligencia Emocional.
Las características esenciales que denotan a las personas que poseen una elevada Inteligencia emocional suelen ser: socialmente equilibradas, extrovertidas, enérgicas y alegres, poco predispuestos a la timidez y a rumiar sus preocupaciones. Demuestran una notable capacidad para comprometerse con las causas y las personas, suelen ser responsables y mantienen una visión ética de la vida. Afables y cariñosas en sus relaciones, se sienten lo bastante a gusto consigo mismas como para mostrarse espontáneas y abiertas a las experiencias que la vida les ofrece. En lugar de entregarse a arranques emocionales de los que posteriormente tengan que lamentarse, soportan bien la tensión pues raramente se sienten ansiosas, culpables o se ahogan en sus preocupaciones. Su vida emocional es rica y apropiada; se sienten, en suma, a gusto consigo mismas, con sus semejantes y con el universo social en el que viven. Para ellas la vida siempre tiene sentido.
Si te ves así, perfecto. Y si no, siempre puedes entrenar tu Inteligencia emocional para desarrollar estas habilidades que probablemente darán a tu vida ese sentido intrínseco de trascendencia vital, que subyace en todos nosotros.
Para ello la Asociación ABECAM junto con la asociación TASIMO, te ofrecen la posibilidad de desarrollar esta Inteligencia a través de los talleres de GESTION EMOCIONAL que comenzamos el próximo 14 de Noviembre.
Aquí tienes la agenda del curso 2015-16:
- 14 noviembre GESTION DE ESTRÉS
- 12 diciembre INTELIGENCIA EMOCIONAL
- 30 enero MANEJO DE LA ANSIEDAD
- 20 febrero AFRONTAR LOS MIEDOS
- 12 marzo LA CRISIS Y EL CAMBIO
- 9 abril EL DUELO Y LAS PERDIDAS
- 13 mayo LA LIBERACIÓN DEL PERDON
SABADOS de 10:30 a 12:30 *Aportación 10€
- 11 junio SINTESIS de 10:30 a 18:30 *Aportación 30€
Subvencionados por la colaboración de ambas asociaciones y la concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Benidorm.
- Impartido por: Miren Lu Guinea Diaz de Corcuera; terapeuta, comunicadora y formadora.
- información: mirenlu.com
- Plazas limitadas confirmar asistencia en el tl 622761322
No hay comentarios:
Publicar un comentario