3 oct 2015

LA MANIPULACIÓN

   Decíamos ayer, es decir el mes pasado (Revista Acosados septiembre 2015), que la manipulación es la estrategia habitual de quienes nos arrastran hacia sus objetivos, de quienes nos imponen sus presuntas soluciones como las únicas posibles y cuyos manejos coinciden con los típicos de las personalidades psicopáticas. Lo preocupante es que esta estrategia es una de las que usan quienes manejan el poder financiero mundial.
   El psicólogo Robert Hare, de la Universidad de Columbia Británica en Canadá, establece 20 claves para detectar a un psicópata, de las cuales destacaremos algunas que nos parecen marcadamente aplicables al tema que nos ocupa:
   Se comportan manipuladoramente. Y si son lo suficientemente inteligentes los demás no notarán estas conductas psicopáticas.

   Me parece que la propagación sistemática del “mantra” neoliberal, que se vende como un artículo de fé que no admite objeciones, encaja a la perfección con una conducta manipuladora y psicopática que, sin embargo, no es detectada por amplias capas de la población.
    Les falta empatía. Son indiferentes. Y hasta pueden manifestar crueldad.
   La indiferencia absoluta de los poderes financieros hacia la población de los países del tercer mundo, cuyas materias primas son esquilmadas a bajo coste mediante una explotación laboral cercana a la esclavitud, o el apoyo a países dictatoriales en función de intereses económicos, son muestras de este perfil psicopático de la conducta de los poderes mundiales. Y sobre su posible crueldad solo hay que ver el trato dado a Grecia recientemente para ver que no hay piedad con quien no se somete.
   Carecen de metas realistas a largo plazo
Esta es una de las características mas definitorias de la conducta psicopática. Jamás piensan a largo plazo, van al beneficio inmediato sin pensar en las consecuencias. Y si éstas son negativas las culpas siempre son de otros, jamás asumen sus errores, son irresponsables. Por esto las desigualdades entre humanos aumentan y el planeta se está consumiendo.
   Tienen predilección por los delitos que requieren de la manipulación de otros.
  Esto significa recrearse en utilizar a los otros como objetos, y es lo que hacen los poderes financieros, considerar a los humanos solo como consumidores y herramientas a manipular.
   No insistimos en mas comparaciones porque es suficiente con lo expuesto para ver que la conducta de los poderes que dominan el mundo es claramente psicopática. Y no solo estos poderes, también a niveles sociales inferiores se cumplen estas reglas siempre y cuando haya cierta concentración de poder, porque el poder es erótico e induce a la conducta egocéntrica, insolidaria y psicopática. El poder es el elemento corruptor por excelencia, y quien lo ignore correrá un alto riesgo de ser una víctima mas, o de ser un corrupto mas, si tiene ocasión.
   Pero ahora vamos a entrar en materia. Y es que vamos a ver como funciona esto de la manipulación, y para ello trataremos dos casos diferentes: a) manipulación de personas concretas y b) manipulación de la sociedad a través de los medios de comunicación. 
   En el primer caso generalmente nos encontramos con lo que se suele llamar psicópatas carismáticos, que son mentirosos encantadores y atractivos, que utilizan sus habilidades casi demoníacas para conseguir que otros hagan lo que les interesa. Tienen capacidad oratoria y encanto superficial, y son conquistadores en una primera impresión. Mienten sin ningún reparo si lo necesitan para conseguir sus objetivos, y los demás no suelen detectar la falsedad de sus conductas. Jamás aceptarán haberse equivocado ni ser culpables de nada, los culpables son siempre otros. Dado que siempre persiguen sus propios objetivos por encima de todo, en la medida en que lo consigan serán siempre muy dañinos para el entorno social en que se mueven, provocan tensiones interpersonales y destrozan la cohesión de cualquier grupo. Este tipo de personajes abundan en aquellos ambientes donde las habilidades sociales son importantes para escalar posiciones, como la política o las finanzas. 
   Pero las herramientas de manipulación varían bastante cuando se trata de manipular a sociedades enteras, el segundo caso que contemplamos. Los objetivos son los mismos de siempre, conseguir de los demás lo que interesa, pero en este caso todo ocurre a otro nivel, y la herramienta fundamental son los medios de comunicación.
  Existe un decálogo de estrategias de manipulación que se atribuye, parece que erróneamente, a Noam Chomsky y que comentamos a continuación.
  • Estrategia de distracción. Consiste en distraer la atención de la población de los temas importantes mediante noticias continuas e irrelevantes.
  • Crear problemas y después ofrecer soluciones. Se llama también estrategia “problema-reacción-solución”. Un ejemplo muy actual podría ser crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario la reducción de derechos sociales y los servicios públicos. ¿Les suena?
  • Estrategia de gradualidad. Es la forma de que medidas que serían inaceptables aplicadas de una vez, se vayan aplicando gradualmente en años sucesivos para su mejor digestión. Todos los retrocesos sociales que estamos viviendo son un claro ejemplo de esto.
  • Estrategia de diferir. Se anuncia una medida “dolorosa pero necesaria” para un futuro próximo, y de esta forma se consigue que se vaya aceptando con resignación.
  • Dirigirse al público como niños. Tratar al público como seres infantiles para, por sugestión, conseguir reacciones primarias desprovistas de sentido crítico.
  • Mensaje mas emocional que reflexivo. Se trata de provocar reacciones primarias sin sentido crítico  e inducir miedos, temores y cambios de comportamiento.
  • Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y esclavitud.
  • Estimular la mediocridad. Se trata de divulgar y estimular la vulgaridad y la incultura. Un pueblo inculto es mas manipulable.
  • Reforzar la autoculpabilidad. Se trata de hacer creer a los individuos que son los culpables de su propia situación, disminuyendo su autoestima y forzando su inacción.
  • Conocer a los individuos mejor que ellos mismos. Consiste en la utilización por parte de las élites de la información proporcionada por la neurobiología y la psicología aplicada para controlar a la población
  • Como conclusión de todo lo anterior podemos afirmar que la manipulación es una herramienta imprescindible para los psicópatas en la persecución de sus objetivos, tanto a nivel individual como corporativo, y la única forma de impedir su dominio es la toma de conciencia de esa realidad por sus presuntas víctimas. Es a partir de esto que se puede aspirar a cambiar la situación.

En realidad esto ya lo anticipó Sigmund Freud al establecer que nuestra liberación es “tomar conciencia” de nuestros impulsos inconscientes. Al fin y al cabo toda liberación, sea de nosotros mismos o de otros, empieza por una toma de conciencia, así que  ...

EMPECEMOS YA.


articulo firmado por:
Antonio Paris

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