Autor: Jennifer González Rodríguez- Asociación
ABECAM
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Cada
día puede ser visto como una página en blanco, una aventura, o una terrible
rutina impuesta y marcada por el devenir de diferentes situaciones que
trataremos de enfrentar como buenamente podemos. Dejarnos llevar por el
continuo azote de las adversidades o las sorpresas agradables sin marcar un
punto fijo al que llegar y por el cual luchar puede convertirse en la peor de
las torturas a las que enfrentarnos cada día.
Podemos
dejarnos llevar por las ventiscas, balanceándonos de un extremo a otro de
nuestras emociones, permaneciendo incluso insípidos, incapaces de sentir, porque
nos dejamos llevar por aquello que tenemos dentro de nosotros y lo que
realmente deberíamos tener. ¿Y qué es lo que debemos hacer pues? ¿Debemos
aparentar que la vida es rosa, pese a la oscuridad que nos deja aquellos
problemas que enfrentamos? ¿Debemos teñirla de negro ante cada adversidad
dejándonos arrastrar a la inmensidad de la tristeza?