7 mar 2016

El ajedrez, una herramienta para la integración social.


Desde hace poco tiempo hasta ahora se está empleando el término de ajedrez social y terapéutico, es el ajedrez dirigido a personas que se encuentran en situaciones de exclusión social o que bordean la exclusión.  Se aplica, en definitiva, a personas que tienen una necesidad y que mediante el ajedrez podemos ayudar a mitigar sus problemas.

Nos podemos referir con esto, por ejemplo, a presos o a personas internas en centros de menores,  personas sin techo, personas que viven en la marginalidad, personas que reciben acoso en el colegio, personas mayores… o utilizar el ajedrez para integrar en la sociedad a personas con déficits o trastornos psicológicos, como por ejemplo personas con autismo, TDAH, Asperger, en caso de adicciones a sustancias adictivas, Alzheimer, personas con deterioro cognitivo…
Teniendo una base clara, el ajedrez social puede ser una herramienta de gran utilidad en todos estos casos. Para ello, es necesario concretar el grupo de personas demandantes, cuál es su necesidad y que objetivos nos podemos plantear para acertar con la metodología a seguir. El mismo proceso que se usaría, por ejemplo, en la psicología convencional.
Por ello, creo que es imprescindible tener una idea clara del grupo con el que se va a trabajar, qué características personales tiene  y cuál es su problemática. Además de tener cierta formación y conocimientos específicos sobre el problema a tratar.
Una vez tengamos una perspectiva clara sobre qué actuación debemos llevar a cabo, es hora de plantear los objetivos y la metodología a seguir, para posteriormente evaluar los resultados obtenidos con el tratamiento.
Por ejemplo, en el caso de acoso en el colegio, no se podría hacer ajedrez terapéutico si no conocemos las necesidades de los niños que sufren acoso o que son acosadores y en qué puede ayudar el ajedrez a paliarlas.
Es indudable que el ajedrez tiene muchos beneficios tanto psicológicos como sociales. Mediante su práctica se desarrollan valores, se produce un crecimiento personal, se entrena la empatía, la inteligencia emocional, estimulación de diferentes áreas cognitivas…
En conclusión, es la hora de que el ajedrez social y terapéutico entre a formar parte como una estrategia para la inclusión e integración social de distintos colectivos que lo necesiten.


Daniel García Sanz

Psicólogo Sanitario y monitor de ajedrez en el Club de Ajedrez y Tenis de Mesa San Agustín

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